Esta perenne procedente y típica de Australia dará un toque de originalidad en el jardín, ya que tiene posiblemente una de las flores más originales y curiosas del mundo. De gran rusticidad, esta curiosa planta no necesita de cuidados especiales; resiste bien el calor y situaciones de sequía, por lo que es buena para mantenerse perfectamente durante todo el año en los jardines.
Precisan que se las riegue de forma abundante durante su floración, el resto del año de manera más moderada. Necesita suelos ligeros y con un buen drenaje ya que no tolera los encharcamientos o tener empapado el sustrato durante periodos prolongados.
No requiere apenas ser abonada, será suficiente con hacerlo una vez al mes.Se propaga de manera sencilla por medio de semillas a principios de marzo, o bien a través de cortar trozos de rizoma sobre el mes de mayo, de cada corte o sección se obtendrá una nueva planta.
En Australia se la conoce comúnmente como "patas de canguro" ya que la forma de la flor y del tallo recubiertos de pelillos asemejan a las patas de los canguros. Desarrolla tallos que pueden ser desde unos cuantos centímetros hasta 1 m de alto, terminados por racimos de hasta diez flores por cada tallo. Estas son de forma tubular recubierta de cortos pelillos coloreados que le dan un aspecto aterciopelado en ocasiones también están recubiertos gran parte de los tallos.
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